«AMARME PARA PODER AMAR»

La realización del Programa Amarme para poder Amar ha significado salir de una zona de autodestrucción provocada a través de relaciones tóxicas con los hombres, que me impedía ocuparme de mi y estar en contacto conmigo misma y mis emociones, lo cual ha sido corregido. A alguien que está decidiendo si realizar o no este programa le diría que se haga este autoregalo y se implique en su trabajo consigo misma, tendría mucho que ganar y poco o nada que perder. Habrá un antes y un después en sus relaciones.  Después de realizarlo estoy más conectada conmigo misma, me tengo en cuenta, arropo y cuido a mi niña interior cuando patalea o surge alguna herida del pasado. En mis relaciones de pareja soy más consciente y expresiva con mis necesidades, ante un conflicto ahora puedo observar que es mío con responsabilidad y que es lo del otro, y sobre todo ocuparme y no olvidarme de mí.

Lo más importante, he aprendido a no conformarme con cualquiera y empezar a valorarme. Gracias a mi trabajo con María he cambiado la forma de tratarme y hablarme a mí misma y ser consciente de lo importante que es lo que te dices a ti misma. He aprendido a hablar con mi niña interior. Me ha servido para empezar a decir lo que pienso y siento, analizar las situaciones con los hombres y entender cosas que antes no entendía.

Gracias al trabajo con María he aprendido a quererme más, a escucharme, a poner el límite, a valorar y ver los avances que poco a poco voy consiguiendo. También a conectarme conmigo misma aunque todavía me queda camino por delante de mi avance. Me di cuenta del mecanismo que utiliza mi pareja de culpabilizarme por todo, y de esta manera hacerme sentir insignificante y bajarme la autoestima. También me di cuenta de que soy dependiente emocionalmente.

María sabe escuchar con atención, nunca me he hizo sentir juzgada. Poder  analizar las problemáticas que le planteo me ayuda a clarificar y a ver aún más claramente las situaciones. Destacaría también su incansable paciencia.

He aprendido a valorarme. Me ha enseñado a comunicarme con mi pareja, a no tener miedo de decir lo que siento en cada momento, lo que me molesta y lo que me hace feliz o mis necesidades. He aprendido a no autoexigirme tanto y hablarme con cariño y amor, he descubierto heridas de mi Niña Interior y cuando salen a la luz en el presente consigo muchas veces localizarlas y enseñarme las raíces de esa herida para poder tratarme con delicadeza y orientarme. He podido desprenderme de aquello que no forma parte de mi yo actual sino a mi pasado o incluso a mis referentes en la infancia. Ahora tengo mucha más autoconsciencia de mi misma, mis sentimientos, pensamientos y emociones. Además, María me ha dado las herramientas necesarias para irme desprendiendo de la culpa en mi vida y dejarme ser y sentir tal cual lo necesite.

Después del trabajo con María, no tengo más que palabras de agradecimiento hacia ella por su compromiso y por acompañarme en el viaje más profundo y rico que he hecho en mi vida. Ella sabe bien como guiarte durante el recorrido de ese viaje, cuando hacer paradas, cuando entrar en ciertos lugares oscuros y ponerles luz con su comprensión y empatía para que no sean tan hostiles. Y todo esto, lo hace siempre desde una posición de acompañamiento y cariño, sin juicios y consiguiendo que durante las sesiones me sintiese como en «casa». Gracias por todo, María.

Una de las herramientas más potentes que he aprendido con María y que para mí es el camino hacia mi paz mental es poder identificar en una relación  lo que son problemas exclusivamente míos  y que, por lo tanto vienen conmigo de serie,  y los de la otra persona, que nada tienen que ver conmigo y que son responsabilidad de esa persona. En mis relaciones de pareja antes cedía prácticamente en casi todo, lo que me llevaba a olvidarme de mí por completo. Lo hacía de manera totalmente inconsciente. Hoy en día, como en toda relación de pareja, cedo pero siempre dentro del diálogo y de un nivel de consciencia mucho mayor. Ahora puedo decir «no» y quedarme tranquila, sin darle más vueltas.

Por mi educación siempre he puesto a los hombres por encima de mi (padre, hermano, parejas, hijo). Gracias a mi trabajo con María, ya se decir no, si algo no me apetece o no estoy de acuerdo. He aprendido a manejar la culpa y a diferenciar lo que es mío de los problemas de los demás. Este trabajo me está sirviendo para valorarme y estar a la misma altura. Intento que lo que  pienso, siento y hago estén en sintonía. He aprendido a priorizarme y quererme tal como soy con compasión y respeto, para ser más compasiva y comprensiva conmigo misma. María me ha dado la confianza para poder desnudar mi alma y hablar de cualquier tema sin sentirme juzgada. Una de sus grandes cualidades escuchar y el trabajo en equipo que estamos haciendo para ayudarme a sanar, su empatía y su positivismo.

Este Programa ha sido un antes y un después, no sólo en cuanto a autoconocimiento, liberación y reprogramación sino que me ha ayudado a conocer mi parte emocional, me ha reconciliado y me ha hecho escuchar a mi Niña Interior. Si hago una mirada hacia atrás puedo decir que cuando antes iba en automático y estaba muy desconectada de mí, no me conocía y no me tenía en cuenta. En todo este proceso he adquirido muchas herramientas para mirar DE DENTRO HACIA FUERA y no al revés y eso me ha aportado una seguridad y un amor propio que ni de lejos tenía en el momento del inicio. Mi YO  de antes sólo miraba el agradar hacia fuera, no era capaz de cuidarme y por lo tanto no ponía límites de ningún tipo, todo valía, y ante todo era el bienestar de los demás al mío. Por lo tanto mis relaciones no eran del todo sanas ya que no era capaz de protegerme. Mi energía en vez de emplearla para mí, se la llevaban los demás. El conocerme, el escucharme y esas herramientas que he ido adquiriendo me han dado la clave. AHORA PUEDO RELACIONES MÁS SANAS Y PONERLE VOZ A MIS SENTIMIENTOS SIN MIEDO.

A ALGUIEN QUE ESTÁ DECIDIENDO SI REALIZAR O NO ESTE PROGRAMA LE DIRÍA QUE SI QUIERE AVANZAR EMOCIONALMENTE EN SU VIDA, NO DUDE QUE LO TIENE QUE HACER. Realizarlo ha significado un cambio radical en mí, en mis emociones, en mi relación conmigo misma y con lo demás.  Ahora soy capaz de estar emocionalmente tranquila y en paz, y he conseguido limpiar una serie de heridas que cargaba desde la niñez, que me impedían estar en paz y provocaban que buscara relaciones abusivas, tóxicas o simplemente estar por estar. MIS LOGROS SON MUCHOS: comprender el origen de un dolor que aparecía de vez en cuando, la causa de mi manera de dejarme para lo último y siempre intentar agradar y satisfacer las necesidades de los demás, aunque eso implicara renunciar a las mías. He logrado enfrentarme a miedos y emociones desagradables que me removían mucho pero que no me dejaban avanzar. He logrado poner límites a quienes hace falta ponérselos, conectarme conmigo misma, con mis necesidades y con lo que quiero. He logrado quererme y apoyarme y vivir en paz.

Este viaje del Programa con María no lo voy a olvidar en mi vida. He aprendido a no ser dependiente emocional y a no ser perfecta para la pareja, sino real. Estoy muy sorprendida de todo lo que voy descubriendo de mí misma y como lo voy sanando. Lo sé porque voy confiando en mí y voy sintiendo felicidad. Ahora puedo reconocer mis emociones. De María subrayo, para mí lo más importante, que ella ha pasado por lo mismo. Es una profesional que está en continua formación y reciclaje y es generosa con su conocimiento y su calidad humana.

En mis relaciones de pareja he aprendido a identificar cuándo me han manipulado. He podido ver las cosas desde otra perspectiva de la cual no era consciente, y he sabido lo que merezco y lo que no. Y sobre todo he aprendido a saber de dónde vienen esos patrones que he repetido. He podido cambiar sobre mi misma el nivel de culpa tan alto que tenía, he aprendido a recogerme. Mis días ya no son oscuros, apáticos y grises, ya que he podido ver las cosas desde otro punto de vista, he podido quitarme bastante esa gran dependencia que tenía y sobre todo he aprendido a quererme y valorarme más. Saber qué es lo que me merezco y lo que quiero para mí en mi vida.

Me siento orgullosa de haber dado el paso de realizar este Programa. Si estás decidiendo si dar este paso, te diría que lo hagas, que pongas en primer lugar tu propio bienestar. Vas a sentirte mucho mejor contigo misma y con los demás, es lo más importante. María es una gran profesional, comprometida y con ganas de ayudar. Transmite ilusión y sabias palabras, está muy preparada y sabe muy bien de lo que habla, por su trabajo y por su experiencia emocional.

Mi trabajo con María ha sido el mejor regalo que me he hecho. He aprendido a mejorar la  gestión de las emociones. He ganado seguridad,  autoestima y  confianza. He regulado la autoexigencia, y el permitirme enfadarme. He aprendido a poner límites y a decir lo que pienso y siento, y he ganado confianza y seguridad. María gracias por tu sensibilidad, empatía y por no sentirme juzgada en sus sesiones.

Ahora puedo mostrarme tal como soy, acercar posiciones sin discutir siempre, decir NO sin sentir culpa. Ahora me permito tener mi propio espacio y estar porque quiero, no por miedos, soledad y apegos. He reforzado mi autoestima y he podido cambiar situaciones que yo creía imposibles. He aprendido a que mi forma de con los demás sea sana, saber irme de donde me hacen daño, no dejar que me utilicen y aceptar lo que no está en mi mano. He aprendido a quererme y aceptarme.

En mis relaciones he aprendido a pensar más en mí, a poner límites, poco a poco, a decir lo que quiero y lo que no me gusta. A comunicarme sin temor al conflicto. Ahora me escucho más, estoy más conectada con mi niña interior. Siento menos culpa, entiendo de dónde viene. María es muy empática y cercana, siento que está segura de sí misma y transmite serenidad cuando la necesitas. Te da las claves adecuadas para avanzar en el proceso y te acompaña.

Gracias a mi trabajo con María ha aumentado la comprensión que hoy tengo hacia mí misma, reconociendo el camino transitado, visitando mi niñez y entendiendo cómo esa configuración inicial recibida había afectado a mis decisiones y a la manera de ver el mundo a mí alrededor. En pareja he podido tener una perspectiva más acertada a la hora de tomar decisiones. He aprendido a perdonarme, no juzgarme, quererme y enorgullecerme de lo conseguido. Responsabilizarme de mí y de lo que puedo ofrecer a los demás.

He aprendido a concederme permiso, a escucharme y validar lo que siento. A fijar la mirada y a desear. También a soltar y perder la vergüenza y todo lo que pesa, como la culpa. He iniciado una relación conmigo misma, a través de la cuál estoy sabiendo equilibrar la balanza con el resto, relativizando y ajustando la culpa. He cambiado mi rutina y mi consciencia de mí misma, con cosas tan sencillas como mirar al espejo y verme, observarme, tengo curiosidad por conocer y expresar mis sentimientos. He aprendido a exhalar miedo y en definitiva he aprendido y aprendo a recoger poco a poco las ganas de vivir.

En mis relaciones de pareja, ya no consiento que me manipulen, que me hagan el vacío o cualquier tipo de maltrato y sobre todo, he conseguido poner límites desde el comienzo de la relación sin sentirme mal o culpable. María trabaja con diferentes técnicas que hacen que las terapias sean más completas, porque no sólo se centra en la parte cognitiva, sino en todo el cuerpo para que el proceso de mejora sea más completo y efectivo. Todo eso hace que las terapias sean más cercanas y completas, logrando cambios significativos en mi mejora.

A alguien que estuviera decidiendo si hacer este Programa le diría que entender por qué reaccionamos a veces de una forma determinada frente a determinadas situaciones es muy importante, entender a veces quita mucha ansiedad. Conocernos y entendernos a nosotras, a nuestro pasado y a nuestros padres explica muchas cosas del presente. Este Programa me ha servido para detectar cuando estoy cubriendo mis necesidades o las de la otra persona, para poder querer sin dejar de quererme a mí, para detectar cuando la otra persona quiere compartir y formar equipo, o quiere una madre. He aprendido a no machacarme, ver las cosas que me aportaron mis parejas. Detectar qué es de mi personalidad y que es externo. Poder estar sola y disfrutar. Darme cuenta que lo que dice la gente no es un ataque.

De María resalto sobre todo la gran capacidad de cuidar de mí, la empatía y su gran profesionalidad. El trabajo con ella me ha ayudado a ser más consciente de mis experiencias con los demás y, a su vez, hacer un mejor trabajo de introspección conmigo. Ahora tengo menos expectativas y soy más paciente.

Mi trabajo con María me ayudó a salir de una relación muy, pero que muy negativa. A identificarla. El amor y la confianza no se dan a cualquiera. Y cuando la estima propia no es la adecuada es muy fácil caer en este tipo de relaciones que te desmerecen, abusan y maltratan. Toda atención no es amor. El valor de la soledad y estar lo mejor posible con una misma. He aprendido a estimarme, pero a estimarme bien, a tenerme en consideración, a darme valor y a decir no, a reír con ganas, a escuchar mi voz y alzarla, a superar la vergüenza, afrontar la tristeza, y aceptar la rabia, la rebeldía y no sentirme culpable por ello. Estar en el yo más que en el otro y no anteponer la necesidad del otro a la mía.

Este proceso me ha ayudado para ser más prudente a la hora de iniciar relaciones y saber detectar si es lo que realmente busco y quiero, para tomar más conciencia de mi misma y de mis emociones. De María me ha ayuda la calma que transmite, su compasión y su escucha activa.

He aprendido a saber cómo me merezco que me traten, a comunicarme mejor y darle una mayor importancia a la comunicación. Ahora me importa menos expresar como me siento. Si tú no estás bien no creo que se pueda tener una relación muy sana y haber hecho todo el trabajo terapéutico antes me ha permitido tener una muy buena relación. Remarco de María que siempre me haya hecho sentir cómoda respetando mis tiempos y permitiéndome abrirme poco, el preguntarme después cómo me siento y demostrando un interés en mí que siempre me ha resultado muy reconfortante.

Mi proceso me ha servido a abrirme más, y si me apetece y estoy cómoda, hablar de temas que antes ni se me hubiera ocurrido. El poder soltarme, el sacar mis lágrimas sin sentir vergüenza. Y poder también ponerle nombre  a las cosas que me han pasado en mi vida sin pudor. Gracias a mi trabajo personal con María  tomo decisiones más firmes, y he aprendido a darme prioridad en ocasiones que en tiempos atrás sería lo contrario.

¡¡¡María es maravillosa!!! De una cosa estoy totalmente convencida, ahora detecto y soy capaz de analizar de una manera más objetiva determinadas situaciones que antes ni veía ni reconocía. De las cosas más importantes que aprendí con María fue a PERDONARME. No soportaba la idea de haber permitido tanto sin reaccionar, dejando encerrado en los cuartos más oscuros de mi memoria tanto dolor y sufrimiento. Aprendí también a QUERERME mucho más, a respetar mis tiempos y mis necesidades; a priorizarme. Saber poner límites y expresar sin miedo lo que no estoy dispuesta a negociar. Aprendí a querer de una manera más responsable y consciente, a idealizar menos y sobre todo aprendí que merezco muchísimo más de lo que pensaba.

Gracias a mi trabajo con María he mejorado en mi autoestima. En mis relaciones tengo más confianza en mí misma a la hora de tomar decisiones, y sobre todo a expresar mi opinión si no estoy de acuerdo con algo, ya que en este aspecto muchas veces me hacía daño a mí misma lo que sentía. Me ha servido para entender a mi Niña Interior que la tenía bastante olvidada y para saber porque en algunas ocasiones me afectan demasiado algunas cosas, ya que no era consciente de cómo había sido mi infancia y lo que inconscientemente me influía en mis relaciones.

Mi trabajo con María me ha servido para tener unas expectativas más realistas en las relaciones de pareja, este proceso me ha aportado autoconocimiento. De María resalto su empatía, su escucha activa, su guía en la toma de decisiones.

Me ha servido para reconocer lo importante que es la comunicación en la pareja. Parece algo básico, pero la rutina y la responsabilidad mal entendida nos  llevan a evitar situaciones que merecen dedicarles tiempo y mimo. He cambiado muchas cosas. Destacaría el haber ordenado las prioridades en mi vida. Dejándome tiempo para pensar antes de que mi cuerpo y cabeza se lancen a actuar. Con esto me he dado cuenta de que antes actuaba de manera contraria a mis prioridades y necesidades. Lleva trabajo, de hecho a veces la inercia me puede pero me doy cuenta y puedo rectificar. No es fácil … casi 48 años así.

Otro beneficio importante es el conseguir reconocer qué cosas me afectan, me duelen y poder evitarlas o poner freno a situaciones que me perjudican. Darme cuenta de mis necesidades. A todo esto suma que tiene un don  especial para desenmarañar y simplificar los pensamientos y los problemas que llevamos en la mochila para que uno lo vea todo clarito y nítido. Ayuda mucho el que te dé pautas para actuar porque además las hace de manera consensuada, siempre considerando al que está al otro lado.

Me he dado cuenta de que si me priorizo conecto conmigo misma, y que gracias a ello soy más consciente de mis necesidades, responsabilidades (reales), opiniones y preferencias. Algo que antes de mis sesiones tenía en mente pero no llevaba a cabo por priorizar más a los demás. Tengo muy claro lo que no quiero y aunque tengo un proceso largo por delante, ESTOY APRENDIENDO Y TRATANDO DE PONER LÍMITES EN MIS RELACIONES SIN SENTIRME CULPABLE, algo que me está resultando muy liberador. De María resalto, por encima de todo, la cercanía que brinda cuando estoy tratando de entender una experiencia propia, poniendo incluso sus propias vivencias personales. La fácil comunicación por parte de ella a la hora de darme un “diagnóstico” de lo que estoy viviendo. Y la comprensión y especialidad que tiene en el entorno de las relaciones de pareja.

El trabajo con María me ha ayudado a enfocar desde fuera situaciones que no eran idóneas, a no idealizar a mis parejas. Ahora intento verme con más cariño. Es fácil dialogar con María, los ejercicios liberan bastante, y te ayuda a cuestionarte el por qué y de dónde pueden venir ciertos sentimientos como la tristeza o la ansiedad.

María es una terapeuta muy empática que te carga de energía y te ayuda a recuperar la ilusión perdida. Mi proceso con ella me ha servido para empezar a dedicarme tiempo a conocerme, sentirme,  observarme para darle valor y espacio a lo que realmente lo tiene. Gracias a mi trabajo personal con María he aprendido a ordenar las prioridades, y a reorganizar mi vida, aunque eso implique renunciar a cosas, a personas, a eventos, a actividades.

Mi trabajo con María me ha servido para ser más fuerte en ciertas ocasiones, para creer más en mí y para saber que roles debe tener mi marido. He aprendido a no ser tan exigente conmigo misma, si no se llega a todo no pasa nada, priorizar las cosas y  darle la importancia que tiene y mirar más por mí que es lo más importante. María en cada sesión siempre ha estado al 100%, la empatía, el sentir que estás hablando con una amiga, siempre te da la mano para que no decaigas

De mí misma he cambiado al mirar más por mí y no tanto por los demás, eso me ha costado mucho siempre. He aprendido a tener cada vez más comunicación con mi pareja. De María resaltó la tranquilidad que te transmite, te hace sentir como en casa y cómo nos enseña a conocernos por dentro.